lunes, 12 de enero de 2009

La montaña se cobra 25 vidas en 2008

Veinticinco personas fallecieron en 2008 en la montaña altoaragonesa, seis más que el año anterior. Según los datos oficiales hechos públicos ayer por la Subdelegación del Gobierno en Huesca, en el pasado ejercicio, hubo once muertos cuando practicaban alta montaña, dos en barrancos, dos en escalada, uno en senderismo, uno en parapente, cuatro en aludes y otros cuatro murieron por causas naturales y sus cuerpos tuvieron que ser rescatados.
HUESCA.- En total, los grupos de montaña de la Guardia Civil en la provincia altoaragonesa llevaron a cabo el año pasado 334 intervenciones, 306 de día y 28 de noche, lo que supone veinte más que en 2007, ejercicio en el que se contabilizaron 314 rescates.
El pasado año, los especialistas auxiliaron a 487 personas, 246 se encontraban heridas y 241 ilesas mientras que en 2007 socorrieron a 237 heridos y 186 ilesos.
ÉPOCA ESTIVAL
Teniendo en cuenta la estadística facilitada, la época estival es en la que se produce un mayor número de accidentes de montaña puesto que se llevaron a cabo 231 rescates frente a los 103 que se hicieron en invierno. Asimismo, respecto a las personas que han sido rescatadas por los agentes de la Benemérita, cabe indicar que predominaron aquellas que no estaban federadas 352 frente a las que sí, 160.
La alta montaña es la actividad que generó un mayor número de intervenciones por parte de los especialistas durante el año pasado (98) seguida por el barranquismo (87) y, en tercer lugar, se sitúa el senderismo (68). Después se encuentran el esquí (25), la escalada (21), el parapente (8) y los aludes (2). Precisamente, de los datos del balance del año pasado destaca el hecho de que hubo cuatro muertos por dos avalanchas de nieve en el Pirineo. Una de ellas ocurrió durante el pasado puente de la Constitución, el siete de diciembre. Una mujer de 34 años y con domicilio en Barcelona murió sepultada por una avalancha
de nieve que se desencadenó en la canal de acceso a Peña Blanca, fuera del dominio esquiable de la estación de esquí nórdico de los Llanos del Hospital, en la cara sur del pico Salvaguardia. Iba acompañada por su pareja, que logró salvarse. El otro alud se produjo el cuatro de enero en la zona Garmo la Mina, en el paraje de Anayet, en Formigal y provocó la muerte de tres esquiadores, dos vascos y un zaragozano que trabajaba para el Grupo Aramón.